Declaración del Hermano Líder ante los estudiantes y los docentes de la Universidad de Meiji, Japón
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Declaración del Hermano Líder ante los estudiantes y los docentes de la Universidad de Meiji, JapónI
15.012.2009
Buenos días a mis hijos e hijas estudiantes de la
Universidad de Meiji y a los estimados docentes de esta distinguida
universidad. Quiero dar las gracias al Profesor Fukuda por la
preparación de esta reunión y por sus palabras de presentación.
Quiero también dar las gracias a la Universidad por su interés en
los asuntos relacionados con África.
En pocas palabras, lamentablemente África es un
continente que ha sido devastado por la era de la esclavización,
por la era del colonialismo y por la actual era de explotación
extranjera y de injerencia extranjera en sus asuntos internos.
África es un continente que ha sido violado y atormentado y que ha
retrocedido como consecuencia de las acciones malvadas de otros, en
especial de los blancos, de los racistas y de los colonialistas.
Ahora, lamentablemente la están saqueando las corporaciones
explotadoras occidentales y sionistas. Lamentablemente, África vive
en la miseria. África es víctima de las enfermedades, del atraso,
de la desertificación y de la sequía que son consecuencia de la
emisión de gases de efecto invernadero en los países
industrializados. El calentamiento de la Tierra, que es
consecuencia directa de la contaminación, ha afectado adversamente
a África. Todas las Potencias consideran que África es una presa
fácil. Se pelean por ella.
Los Estados Unidos usan el poder duro en África. Están
tratando de establecer
bases militares. Hablan de los descubrimientos de petróleo y hablan
de proteger esos descubrimientos por medio de la fuerza como si
esta tierra no tuviese pueblos, ni dueños, ni futuro. A diferencia
de los Estados Unidos, China recurre al poder blando. Aparentemente
el
objetivo de
China es
despoblar
a África para transferir
a ella
a su propia
población. África tiene una superficie de 32 millones de kilómetros
cuadrados y su población es de menos de mil millones de personas.
Esto lleva a la noción de que en África hay espacio para el exceso
de población de China o de la India. Desafortunadamente, esa es la
fría invasión a que se ve sometida África.
El Japón no tiene un exceso de población para
transferir a África ni recurre al poder duro como lo hacen los
Estados Unidos. Los Estados Unidos se injieren en los asuntos
internos, amenazan con la fuerza militar, se injieren en las
elecciones y en el tipo de gobierno. Los Estados Unidos pregonan en
África lo que no ponen en práctica en sus propios asuntos dentro de
los Estados Unidos. Esta es la situación en que se encuentra
África.
El Japón es diferente. A diferencia de
China, no desea
exportar
población. A diferencia de los Estados Unidos, no es una potencia
militar arrogante. El Japón podría tener un enfoque blando y
beneficioso en su cooperación con África. Lamentablemente, hay aquí
un elemento muy importante. Siempre he evitado abordar este
elemento con mis amigos japoneses a fin de no avergonzarlos.
Siempre hablo con franqueza, presento los hechos ante los pueblos
del mundo y no recurro a finuras en cuestiones que tienen una
importancia vital. Cuando hablo acerca del Japón, soy consciente de
que podría llegar a decir cosas que generarían incomodidad respecto
de una cuestión delicada. Ese es el motivo por el que incluso he
evitado las entrevistas con medios de difusión japoneses, para no
ponerme ni poner a mis amigos japoneses en una situación incómoda.
Sin embargo, ustedes me han pedido que les hable, y se lo
agradezco. Debo decir que el Japón podría desempeñar un papel
provechoso. Podría obtener beneficios de África y del mundo entero.
Espero que me perdonen por decirles sin ambages que,
lamentablemente, el Japón no es un país libre. El Japón cayó bajo
la ocupación de los Estados Unidos después de la Segunda Guerra
Mundial. Lamentablemente, fue víctima de dos bombas atómicas. Fue
aterrorizado por esa arma letal. Se lo hizo poner de rodillas. Ha
sucumbido totalmente al abrumador y arrogante poderío militar de
los Estados Unidos. Desde entonces, decenas de miles de efectivos
estadounidenses ocupan el Japón. El número declarado es de 50.000
efectivos estadounidenses, que en su ocupación del Japón cuentan
con el respaldo de bases de la fuerza aérea y de la flota
estadounidense situada en el Mar del Japón. Desde la Segunda Guerra
Mundial y hasta hace muy poco, el Japón estuvo bajo la plena
dominación de los Estados Unidos. Era casi una colonia de los
Estados Unidos. Alemania estaba, en gran medida, en la misma
situación. Es profundamente humillante que a grandes naciones,
tales como el Japón y como Alemania, no se les permita tener su
propio ejército, como lo tienen otros países del mundo. Ahora que
se ha permitido que el Japón tenga sus propias fuerzas, se le ha
prohibido llamarlas Ejército Japonés o Fuerzas Armadas Japonesas.
Sólo se las puede llamar Fuerzas de Defensa. Este es un intento
deliberado de humillar al Japón, de privarlo de su derecho de
llamar a sus fuerzas armadas, a su fuerza aérea y a su armada por
su propio nombre, y de obligarlo a llamarlas solamente fuerzas de
defensa. Es un insulto inaceptable. El pueblo japonés es un pueblo
creativo. Es capaz de competir con los Estados Unidos en el ámbito
de la tecnología. Puede
competir con Europa y con China. Es un gran pueblo que debe gozar
de respeto y que debe mantener la frente en alto.
Es extraño que los japoneses parezcan ser amigos muy
cercanos de los estadounidenses. Los Estados Unidos usaron bombas
atómicas contra el Japón. Aun hoy los efectos de esas bombas
continúan afectando a los japoneses. ¿Cómo pueden ustedes ser
amigos de quienes utilizaron contra ustedes bombas atómicas, los
insultaron ante los ojos del mundo entero y les impusieron la
restricción más humillante? ¿Cómo pueden
ser amigos de
quienes
mataron a sus
padres y a sus
abuelos?
No ìnsto a que prime la enemistad entre los Estados Unidos y el
Japón. Jamás ha sido esa mi intención. Sin embargo, me resulta
extraño oír que el Japón es amigo y aliado de los Estados Unidos.
Esa amistad, si es que realmente existe, sólo pudo haber sido
impuesta por la fuerza. No creo que el corazón de los japoneses
albergue amor alguno hacia los Estados Unidos. No puedo creer que
el Japón sea aliado de los Estados Unidos. El Canadá o México
podrían ser aliados de los Estados Unidos. Pero el Japón es un país
del Lejano Oriente. Podría ser aliado de China, de Rusia o de
Filipinas. No es posible que sea aliado de los Estados Unidos, a
menos que esa alianza le haya sido impuesta por la fuerza.
Recientemente, tras la derrota electoral del Partido Liberal, se
han escrito libros y se han oído voces que se preguntan cuándo se
liberará el Japón de la hegemonía de los Estados Unidos y cuándo el
Japón dirá no. Este hecho demuestra que en el Japón se ha iniciado
una toma de conciencia y que hay un intento de recuperar su
dignidad herida. Lamento profundamente que los avances y la
superioridad del Japón en el ámbito tecnológico y la capacidad
creativa de su pueblo no hayan podido liberar al Japón ni
restablecer su dignidad. Sigue siendo una colonia de los Estados
Unidos y un lacayo de los Estados Unidos. Las bases militares
estadounidenses deberían haber sido evacuadas. El Japón debería
haber estado en igualdad de condiciones con los Estados Unidos. El
Japón debería haber gozado de la libertad de fabricar armas para su
legítima defensa. Naturalmente, me opongo a las armas y respaldo
firmemente el desarme. Respaldo plenamente la campaña que lleva a
cabo una de vuestras escuelas en favor del desarme y de la paz. No
obstante, si los Estados Unidos se han arrogado el derecho de
adquirir armas nucleares, entonces el Japón, más que ningún otro
país, debe tener el derecho de poseer dichas armas. Debe poseer un
elemento de disuasión nuclear para que nunca más se lo vaya a
atacar con ese tipo de armas. El Japón necesita liberarse de la
dominación estadounidense y convertirse en un país genuinamente
independiente, con sus propias fuerzas para su legítima defensa y
para la defensa de la paz mundial. A menos que lo haga, al mundo le
resultará difícil aprovechar plenamente la superioridad tecnológica
del Japón y su capacidad creativa. El Japón carece de fuentes de
energía y de riqueza en el plano interno, pero goza de una
sorprendente capacidad creativa. El Japón necesita fuentes de
energía y materias primas del exterior. Si no es artífice de su
propio destino su libertad de movimiento se ve gravemente reducida.
Sigo muy de cerca las políticas del Japón. Puedo decir que el Japón
no adhiere a la posición de las Naciones Unidas a menos que dicha
posición sea del agrado de los Estados Unidos. Eso
es
humillante.
Por ejemplo, el Japón podría tener intereses en común con China,
con la India, con Corea del Norte, con Rusia o con Libia, pero los
Estados Unidos quieren que en las Naciones Unidas se adopte una
posición en contra de uno de esos países. El Japón actúa en contra
de sus propios intereses y de sus propias relaciones con dicho
país. Se ve obligado a adoptar una posición en contra de ese país
sólo para respaldar la posición de los Estados Unidos. De ese modo,
beneficia a las políticas de los Estados Unidos a expensas de sus
propias relaciones con otros países. Supongamos que el Japón
importa petróleo de Libia. Necesita
ese
petróleo. Ahora supongamos que los Estados Unidos adoptan una
posición en contra de Libia en las Naciones Unidas. Naturalmente,
le pedirán al Japón que adopte la misma posición. Al Japón no le
conviene estar en contra de Libia porque importa petróleo de Libia.
Pero de hecho los Estados Unidos dicen “A mí no me importan los
intereses del Japón. Lo único que me importa son los intereses de
los Estados Unidos. El Japón debe votar de la misma manera que yo
aunque eso vaya en contra de sus propios intereses respecto de
Libia”. Esto es sólo un ejemplo. Es verdaderamente lamentable.
Entonces, los intereses vitales del Japón se ven amenazados porque
es un satélite de los Estados Unidos.
Veo que el mapa del mundo se está modificando.
Miren
este
mapa.
Ahí está la Unión Europea, que se está transformando en un Estado
único con una moneda única. Podría tener un ejército unificado, un
banco central único y una política exterior unificada. Estamos
trabajando para lograr que la Unión Africana se transforme en un
Estado único. En América del Sur se está haciendo lo mismo. Podría
surgir allí una unión o un espacio nuevo que abarque algo similar a
un Estado único. Al norte de allí está el espacio del NAFTA, que se
transformará en algo similar a un Estado y abarcará a los Estados
Unidos y al Canadá. Del otro lado de Asia está la Federación de
Rusia, que es por sí sola un Estado gigante. Lo mismo ocurre con el
otro gigante, China. Está el grupo que abarca la India, el
Pakistán, Bangladesh, Bhután, Nepal, Sri Lanka y Maldivas. En el
futuro, cuando se haya disipado la enemistad entre la India y el
Pakistán, ese grupo pasará a ser también un solo Estado. Luego
tienen ustedes a la ASEAN, con sus diez miembros, que también
avanza por el camino que la llevará a convertirse en un Estado.
Eso
deja aislados
al Japón y a las dos Coreas. ¿Qué pasará con ellos? El mundo está
cobrando esta nueva forma; ¿dónde quedará el Japón? No es en sí un
espacio gigante, y necesita ser parte de un espacio de esa índole.
Si no hubiesen existido problemas entre las dos Coreas, por un
lado, y entre Corea del Norte y el Japón, por el otro, esos tres
países podrían haber formado su propia entidad. En términos
generales, existe un interrogante en cuanto al lugar que ocupará el
Japón en el futuro mapa del mundo. ¿Dónde estará el Japón? No forma
parte de ninguna de las entidades gigantescas que integran ese
mapa, tales como la ASEAN, la Unión Europea, la Unión Africana, el
NAFTA y América del Sur, ni de ninguna entidad similar. Tienen que
pensar en esa pregunta: ¿Dónde estará el Japón? Naturalmente, el
deseo más ferviente de los Estados Unidos es que el Japón no piense
en su propio futuro y siga siendo un satélite de los Estados
Unidos, para que se lo pueda seguir utilizando como reserva de los
Estados Unidos en las Naciones Unidas y en otros foros
internacionales. Las fuerzas estadounidenses están allí para
aterrorizar e intimidar al Japón. Están allí para recordarle al
Japón que debe atenerse a las instrucciones y que si se aparta de
ellas se producirá un hecho similar al que ocurrió durante la
Segunda Guerra Mundial. El Japón debe recordar que esas fuerzas
están allí. Esa es la triste realidad.
Gracias por haber planteado esta cuestión. Creo
que
he tratado de responder a sus
preguntas,
si
bien
brevemente.
Les doy las gracias a mis hijos e hijas, los estudiantes, y al
Profesor Fukuda. Estoy dispuesto a responder a cualquier pregunta
que
me quieran
formular.
Profesor Fukuda: Muchas gracias, distinguido
Líder.
Estudiante: Tengo una pregunta para el distinguido
Líder Al-Qadhafi. Los países africanos tienen abundantes recursos
naturales. Pese a ello, las tasas de crecimiento del continente son
muy bajas. ¿Cuál es la causa de ese insuficiente desarrollo
económico?
El Líder: Ya he respondido a esa pregunta, hijo.
Dije que África está muy atrasada debido a la era de la
esclavización y a la era del colonialismo que la afectaron en el
pasado y a la actual era de explotación extranjera y de injerencia
extranjera en sus asuntos internos. Se ve afectada por el cambio
climático. Los países industrializados destruyen el clima, y los
efectos nocivos, tales como la desertificación y la sequía, afectan
a África. No obstante, el Japón no goza de libertad para determinar
sus relaciones con otros países debido a la dominación de los
Estados Unidos. Eso es lo que dije. Esa es la causa.
Estudiante: Recientemente el gobierno de Obama decidió
aumentar el número de efectivos de combate estadounidenses en el
Afganistán. Creo que ese aumento no será provechoso. Creo que la
situación imperante en el Afganistán se seguirá deteriorando y que
se convertirá en un atolladero. Personalmente
me opongo a
ese
aumento.
¿Cuál es la posición del distinguido Líder?
El Líder: Gracias. La situación es muy clara. El
Presidente Obama ya ha anunciado que se retirará del Afganistán en
2011. Aparentemente ya se ha tomado esa decisión. El aumento o la
disminución del número de efectivos no significa nada. La retirada
se producirá en 2011. Usó la retirada en 2011 para justificar el
aumento del número de efectivos y el envío de otros 30.000
efectivos al Afganistán. Es verdad que fueron los generales los que
le aconsejaron a Obama que obrara de esa manera. En la ciencia
militar existe algo que se denomina “cubrir la retirada”. Cuando
alguien quiere retirarse de determinado lugar, debe intensificar
los ataques y la acción ofensiva en ese frente a fin de distraer al
enemigo y de no permitir que dificulte la retirada. Los 30.000
efectivos que ha enviado Obama tienen el propósito de cubrir la
retirada militar y estratégica del Afganistán.
Creo que Obama es diferente de los otros presidentes
blancos de los Estados Unidos. Condenó la guerra de Viet Nam.
También condenó la guerra contra el Iraq y la consideró una guerra
equivocada. Anunció que se retiraría del Iraq. Esto nunca lo había
dicho antes ningún presidente de los Estados Unidos. Ojalá hubiese
dicho lo mismo acerca del Japón y hubiese retirado sus tropas del
Japón. Debe decir que el Japón es un país libre y que los Estados
Unidos no lo deberían haber ocupado después de haberlo atacado con
bombas atómicas. Justificaron su presencia en el Afganistán por el
ataque cometido en Nueva York el 11 de septiembre. No obstante,
dijo que no será custodio del Afganistán y que no defenderá la
seguridad de ese país. Condenó al gobierno del Afganistán y declaró
que era un gobierno corrupto. Dijo que el Afganistán debe ser
responsable de su propia seguridad y que los Estados Unidos no
harán más que ayudarlo en esa tarea. Todo esto nos parece lógico.
Todos sus análisis y sus enfoques en materia de política
internacional han sido muy lógicos hasta el momento. Me siento
cómodo con las políticas de Obama. He tenido mis controversias con
sus predecesores, controversias que llegaron al nivel de una guerra
abierta durante la presidencia de Reagan. Gracias por su
pregunta.
Estudiante:
He leído el
Libro Verde. En él hay algo acerca de la diversidad de las fuentes
de educación. ¿Qué quiere decir usted con eso? ¿Y cuál es
el
objetivo principal del
proceso educativo? En el Japón hay actualmente un debate acerca del
proceso educativo. ¿Nos puede dar algunos ejemplos acerca del
objetivo principal de ese proceso?
El Líder: Sé que en el Libro Verde se menciona la
educación, pero su pregunta no es muy concreta. No entendí
totalmente lo que usted quiso decir.
[El Líder procede a leer la parte del Capítulo 3 de su
Libro Verde relativa a la educación]. La educación no es ese
programa rígido y esos materiales categorizados que los jóvenes,
sentados en hileras como están sentados ustedes, se ven obligados a
aprender de libros impresos y durante determinadas horas. Ese tipo
de educación, que es la que prevalece actualmente en el mundo, es
el antónimo de la libertad. La educación obligatoria que los países
se enorgullecen en imponer a sus jóvenes es un medio para reprimir
la libertad. Es una acción deliberada por la que se asfixia el
talento de la gente. Le impone
a la gente
ciertas
opciones.
Es un acto dictatorial que asfixia la libertad porque impide que la
gente elija libremente. Asfixia la creatividad y la posibilidad de
destacarse. Es un acto dictatorial que tiene el objetivo de
imponerle determinado programa a la gente. Es también un acto
dictatorial destinado a imponerle a la gente determinados
materiales. La educación obligatoria y los programas establecidos
son un acto deliberado que tiene el objetivo de hacer que las masas
sean ignorantes. Los países que imponen a sus pueblos programas
oficiales son países que oprimen a sus ciudadanos. Hay que destruir
los métodos educativos que imperan en el mundo a través de una
revolución cultural que libere la mente de la gente y que ponga fin
al condicionamiento deliberado del intelecto, la sensibilidad y los
gustos de la gente. Una lectura superficial de mi declaración
llevaría a interpretarla como un llamamiento para que se cierren
las puertas de las instituciones educativas. Lo que quiero decir es
exactamente lo contrario. Mis declaraciones quieren decir que la
sociedad debe poner a disposición de la gente todas las formas de
educación y que la gente debe poder elegir el conocimiento que
desea. Si esa es la intención de su pregunta, puedo decirle que el
Libro Verde se opone a que cualquier Estado imponga un programa
oficial a sus jóvenes. En el Libro Verde se aboga en favor de que
todo el conocimiento esté a disposición de la gente y en favor de
que los jóvenes tengan la libertad de aprender lo que deseen
aprender. Por ejemplo, si las mujeres desean aprender una cierta
disciplina que resulta más adecuada para su naturaleza, esa
disciplina debe estar a disposición de ellas. Debe haber también
escuelas en las que se enseñe esa disciplina. Las mujeres deberían
poder obtener una educación que se adapte a su naturaleza femenina.
Quien desee aprender algo debe poder hacerlo. Lo que sucede ahora
es que hay programas predeterminados: por ejemplo, geografía,
historia y ciencias aplicadas. Los estudiantes se ven obligados a
estudiar esos temas. A mí me gustaría que hubiese libertad absoluta
en materia de educación. Supongamos que un estudiante desea
estudiar ciencias marinas. No va a
encontrar
esa
asignatura en el
programa establecido.
Eso
está mal.
Se debería poder estudiar ciencias marinas en las instituciones
educativas. Tiene que haber escuelas secundarias y universidades
que se especialicen en esa disciplina, y ese estudiante debería
poder estudiar ciencias marinas desde el comienzo. Otro estudiante
quizás desee estudiar ciencias espaciales. ¿Por qué tiene que
aprender cosas que no están vinculadas con esa disciplina? ¿Por qué
no puede
abocarse
directamente
a ella?
Lamentablemente, ahora el mundo entero tiene los mismos programas
para hombres y mujeres. Eso
está mal.
Tiene que haber un programa para hombres y otro para mujeres. Una
mujer debe tener la libertad de elegir. Si quiere estudiar un
programa para hombres, se le debe permitir hacerlo. Si elige no
hacerlo, puede tomar el programa para mujeres, que la llevaría a
una ocupación idónea para su naturaleza femenina. Gracias por su
pregunta.
Sra.Yaori Ki Kwiki, Presidenta de la Asociación de
Amistad Libio-Japonesa: Nuestro país, el Japón, es un hermoso país.
¿Tiene previsto
visitarlo?
El Líder: Gracias, señora. Su árabe es claro. La
felicito por desempeñar la función de Presidenta de la Asociación
de Amistad Libio-Japonesa y por fortalecer los lazos de amistad
entre el pueblo de Libia y el pueblo del Japón. Tendré el placer de
visitar el Japón en algún momento en el futuro.
Profesor Fukuda: Excelencia: Si decide visitar el
Japón, lo invitamos a visitar la Universidad de Meiji y a hablar
con nosotros en forma directa.
El Líder: Sin duda. Si visito el Japón, sin ninguna
duda visitaré su universidad, si Dios quiere.
Estudiante: Escuché atentamente cuando usted habló
acerca de la función que desempeñan los Estados Unidos en el mundo.
Mi pregunta es la siguiente. Los Estados árabes no han podido
solucionar los problemas que existen entre los palestinos y los
israelíes. Pese a sus recursos naturales, a su petróleo y a su
influencia, esos Estados no han podido solucionar la cuestión
palestina. ¿Por qué?
El Líder: Usted sabe que Israel está bajo la protección
de los Estados Unidos. La Sexta Flota de los Estados Unidos está en
el Mediterráneo para proteger al Estado hebreo. ¡Créase o no! ¡¡Hay
un Estado cuya existencia depende de la protección que le brinda la
flota de un país extranjero!! No es
ni
siquiera un
Estado. Desde el punto de vista del derecho internacional, la
existencia de lo que se ha dado en llamar Israel es ilegal. Los
israelíes y los palestinos viven en el mismo territorio, a saber,
Palestina, que está situado entre el río Jordán y el Mediterráneo.
Es un territorio que es objeto de controversia. En 1948 la mayoría
de la población, tres cuartas partes de la población, era
palestina. Menos de una cuarta parte de la población era israelí.
Lograron expulsar a los palestinos de sus hogares y declararon
unilateralmente un Estado llamado Israel. Esto es inadmisible según
el derecho internacional. Nadie puede declarar legalmente un Estado
en un territorio que es objeto de controversia. No se debería haber
reconocido esa declaración ni se debería haber reconocido a ese
Estado. Fue declarado en forma unilateral en un territorio objeto
de controversia. Una parte expulsó a cuatro millones de palestinos
y trajo inmigrantes de todas partes del mundo para reemplazar a los
palestinos. Desde el punto de vista del derecho internacional, esa
entidad no debería haber sido reconocida. Su reconocimiento es nulo
y carece de valor. No obstante, en última instancia, lo que se
llama Israel es simplemente un protectorado de los Estados Unidos.
Es un Estado más de los Estados Unidos. Cuando los árabes lucharon
contra la entidad denominada Israel, en verdad estaban luchando
contra los Estados Unidos. Esto ocurrió en todas las guerras entre
árabes e israelíes que tuvieron lugar en el pasado. Los Estados
Unidos siempre han intervenido en favor de Israel y han puesto toda
su capacidad a disposición de Israel. ¿Por qué? Quizás se deba al
control que ejercen los judíos o los israelíes sobre los bancos, la
industria financiera o los medios de difusión de los Estados
Unidos. La capacidad de los Estados Unidos está a disposición de
los judíos. Los judíos presionan a los
gobiernos
estadounidenses para que respondan a sus
intereses.
Los Estados Unidos están ahora prácticamente bajo el control de los
judíos. Este es un aspecto de la cuestión. En cuanto a la solución
pacífica, los israelíes no la quieren. Cuentan con el apoyo de los
Estados Unidos. Si hay una votación en un foro internacional, ¿cuál
va a ser el resultado? ¿En favor de los israelíes o en favor de los
palestinos? Si los Estados Unidos le piden al Japón que vote a
favor de Israel, el Japón lo hará, aunque el pueblo japonés
simpatice con los palestinos. Los israelíes quieren ante todo
impedir el regreso de los palestinos que fueron expulsados de sus
hogares en 1948 y en 1967. En segundo lugar, quieren exterminar a
los que se quedaron. Es una política israelí muy
clara.
La solución figura en el Libro Blanco que he presentado
ante el mundo. Las bases de esa solución son la creación de un
Estado único y democrático, el regreso de todos los refugiados
palestinos a los hogares de los que fueron expulsados y el
desmantelamiento del arsenal de armas de destrucción en masa de
Dimona. Los israelíes poseen centenares de ojivas nucleares. En
ninguna parte del mundo nadie ha dicho nada acerca de esas armas.
Nadie ha abogado en favor de su desmantelamiento. No se permite que
nadie solicite una inspección. Cuando el Presidente Kennedy quiso
inspeccionar el reactor de Dimona, lo asesinaron. Es imperioso
desmantelar
el
arsenal nuclear de Dimona. Abrigamos la esperanza de que el Japón
utilice sus buenos oficios ante los Estados Unidos. Como víctima de
bombas atómicas y como país amante de la paz, el Japón debería
insistir ante sus aliados estadounidenses acerca de la necesidad de
desmantelar las armas de destrucción en masa que poseen los
israelíes en Dimona. En el Libro Blanco que presenté ante el mundo
se aboga por la creación de un Estado único y democrático con la
condición de que los refugiados puedan regresar y de que se
desmantelen las armas de destrucción en masa. Ese Estado podría
entonces ser como el Líbano, un Estado multirracial y
multirreligioso. De esa manera podrán vivir en paz. Ese Estado
podría entonces ser aceptado entre los Estados árabes y podría
pasar a ser miembro de la Liga Árabe. Con elecciones libres y
limpias, el presidente podría ser un palestino o un israelí.
Eso
no tendría importancia.
Lo importante es que los palestinos que fueron expulsados deben
poder regresar. La solución que presenté en el Libro es el Estado
de Isratina. Es una palabra compuesta. La primera mitad, “Isra”,
procede de “Israel”, y la segunda mitad, “tina”, procede del nombre
“Palestina”. Esa es la solución, hijo. Está en mi Libro Blanco. Si
usted lo lee, lo hallará muy convincente.
Profesor Fukuda: Nos gustaría traducir el libro
“Isratina” en la Universidad de Meiji y darle la mayor difusión
posible en el Japón.
El Líder: Es una gran idea. Gracias.
Profesor Fukuda: Quiero felicitar al Gran Líder
Al-Qadhafi. Abrigamos la esperanza de que el Centro de Estudios
para la Paz y el Desarme de la Universidad de Meiji contribuya al
fortalecimiento de las relaciones entre el Japón y Libia. Le
pedimos al Gran Líder que tenga a bien apoyar nuestros esfuerzos
destinados a establecer la “Cátedra Al-Qadhafi de Estudios para la
Paz”, que estará dedicada a enseñar en nuestro Centro la Teoría del
Gran Líder.
El Líder: Agradezco muy sinceramente a usted, a sus
colegas y a mis hijos, los estudiantes. También le agradezco la
sugerencia de establecer la Cátedra en su universidad. Respaldaré
ese
objetivo.
Soy amigo de su universidad y espero que me consideren miembro de
su cuerpo docente.
Estoy a su disposición en todo momento. Espero que nos
volvamos a reunir por vía satelital. Si en el futuro viajo al
Japón, el primer lugar que visitaré será la Universidad de
Meiji.