El hermano, líder de la revolución, presenta a los intelectuales africanos su visión estratégica de una revolución cultural africana para preservar la identidad africana, sus raíces históricas y antiquísimo patrimonio cultural
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El hermano, líder de la revolución, presenta a los intelectuales africanos su visión estratégica de una revolución cultural africana para preservar la identidad africana, sus raíces históricas y antiquísimo patrimonio cultural
05.02.2003
Saludos a mi estimado hermano Abdula Wad y a los miembros de su gobierno presentes en este salón. Saludo al pueblo senegalés, uno por uno, hombres y mujeres, y a la nación africana, en este día, a través de la hermana Senegal.
Gracias, Sr. Presidente, estimado hermano, por tus amables palabras al inaugurar esta reunión, y las amables palabras que acabas de pronunciar. También saludo a nuestro hermano el presidente Alfa Konari, presidente de la Comisión de la Unión Africana, y quiero agradecerle las palabras que me dirigió en su discurso de apertura el otro día. Quiero asimismo dar las gracias a todos los líderes africanos que asistieron a la sesión de apertura, aunque no estén presentes hoy. Por último, quisiera saludar a mis hermanos los intelectuales africanos, y darles las gracias efusivamente.
Me alegra y me enorgullece que estén presentes y hayan respondido a la invitación que les hizo nuestro hermano Abdula Wad, quien es un verdadero maestro y un intelectual, un revolucionario y líder de la oposición popular que asumió el poder en Senegal. Él comprende a los intelectuales, su misión y su papel, y por lo tanto le agradezco haya propuesto esta idea que ahora se ha puesto en práctica. Yo lo había apoyado en Lomé cuando la propuso, porque sabía que se trataba de una idea útil propuesta por el presidente Abdula Wad, una persona dedicada a África, un estudioso de la historia y un intelectual. Digo esto porque la cultura es el problema del tercer mundo. Son los gobernantes incultos la causa principal de que el tercer mundo esté a la zaga en materia de desarrollo, avance, progreso, democracia y estabilidad; la cultura es muy importante para el liderazgo.
En verdad estoy muy impresionado con esta idea, esta presencia y esta asistencia. Al mismo tiempo aprecio tanto más esta reunión, cuanto que los asistentes han acudido desde remotos rincones de la tierra, lo cual me hace sentir sumamente orgulloso del intelectual africano.Esto es prueba del patriotismo de estos intelectuales de la diáspora, que están esparcidos por todos los continentes del mundo fuera de la patria, África, y sin embargo están conectados con ella y por ella se encuentran hoy aquí. Buscan unir este continente que es su patria y ayudarlo a avanzar en esta época, ya que se ha quedado muy a la zaga debido a factores externos. Ello me da confianza en que el africano, no importa cuán lejos esté de su país, sigue apegado a él.
Lamento no haber podido asistir, por razones que conoce bien mi hermano el presidente Abdula Wad, aunque me hubiese gustado estar con ustedes. Sin embargo, mediante esta intervención, quisiera presentar brevemente algunas tesis, sin entrar en detalles.Quisiera proponérselas para que las incluyan en su programa. Naturalmente, les daré la bienvenida a este su país, Libia, en cualquier momento y en cualquier calidad, sea a través de sus representates o si viajan ustedes mismos.
Me parece que África se está uniendo ahora, y buscando su lugar bajo el sol entre las naciones. Es tragedia bien conocida el que fuera degradada, esclavizada, y tratada brutalmente por los occidentales blancos y racistas. En primer lugar enfrentamos el problema al construir la Unión Africana. Yo quisiera que los intelectuales resolvieran el problema del idioma en África ahora, un problema grave, difícil y básico. Usamos dos idiomas: un idioma oficial y un idioma popular. La lengua oficial es la del colonialismo, inglés, francés y portugués; y la lengua popular es el idioma oficioso que hablamos, el cual incluye todos los dialectos africanos que son entre 800 y 1000.
El idioma oficial que hablamos es una lengua escrita y tiene un alfabeto, mientras que el auténtico idioma africano, que es el popular, no es una lengua escrita. Uno de los dilemas que afrontamos es el de que la lengua popular africana, el idioma de los ancestros, no tiene escritura y no cuenta con alfabeto. Este es un problema que tenemos que resolver, pero no usando el alfabeto latino e incorporándolo a la lengua africana, porque la corrompería y es algo que hay que descartar desde ahora.
Todos los idiomas no latinos que han utilizado el alfabeto latino han corrompido tanto el alfabeto como el idioma, puesto que éste no era ya susceptible de ajustarse a ese alfabeto y no logró hacerlo, como hemos visto en el idioma turco y en algunos de los estados que adoptaron el alfabeto latino. Sin ambargo, los caracteres chinos, japoneses y árabes se ajustan plenamente al significado del idioma. Si escribiéramos el árabe usnado el alfabeto latino, el sentido se perdería totalmente, por lo cual debemos descartar completamente el alfabeto latino.
Ahora bien, debemos pensar en nuestra lengua materna, lo cual es responsabilidad de los intelectuales africanos en África y en el extranjero, en la diáspora y en la patria. Por una parte, ¿cómo convertir los idiomas africanos en idiomas escritos? Y por otra parte, ¿cómo unirlos? No podemos hablar ochocientas o mil lenguas. ¿Cómo enseñárselas a nuestros niños? Yo creo que ustedes deben resolver este problema escogiendo tres o cuatro idiomas dominantes para enseñarlos en todos los colegios africanos y para que sean obligatorios, incluso para los propios estados. Esto es lo que los africanos quieren y, de esta manera, ningún gobernante ni ningún gobierno puede eludirr esta decisión. El idioma es importante, porque sólo podemos relacionarnos con nuestras religiones, nuestra cultura, nuestro patrimonio, nuestras artes, nuestra música y nuestro folclor africanos mediante los idiomas de los antepasados. Si perdemos estos idiomas, perdemos nuestro vínculo con nuestro pasado, nuestra historia y nuestras raíces. Espero que puedan ustedes resolver este dilema. Naturalmente, hay propuestas de algunos líderes que abogan por la adopción del swahili, el árabe, el hausa y el amharic, es decir, tres o cuatro idiomas, haciéndolos obligatorios en África, al tiempo que se seguirían enseñando los idiomas hablados, de manera que se puedan hablar en la familia y a nivel popular. Es imperativo resolver este dilema, y espero le presten ustedes plena atención porque de otro modo perderemos nuestro pasado y quedaremos suspendidos en el aire sin raíces.
El segundo elemento es la religión africana. Es una pena que se diga que África sólo conoció a Dios después del colonialismo occidental, tras adoptar el cristianismo. Esto es vergonzoso y una importante falacia histórica, y ustedes como intelectuales lo saben. ¿Cómo puede ser que África sólo haya conocido a Dios después de la Conferencia de Berlín en 1885? África había conocido a Dios antes de que Berlín hubiera sido siquiera construida, y antes de que Europa estuviese habitada. África conocía a Dios. Yo hice un estudio de teología africana y de religiones africanas, y encontré que las religiones africanas, contrariamente a lo que sobre ellas se dice, no son paganas. Son religiones monoteístas como la religión de Abraham, la paz sea con él, con quien comenzó la religión, y concluyó con Mahoma, el último de los profetas. Las religiones africanas son religiones monoteístas. Yo hice una comparación entre el Corán y las religiones africanas, y descubrí que son monoteístas y en gran medida concuerdan con el islam. En religiones africanas encontré los gloriosos nombres de Dios que cita el Corán. En el islam, entre los gloriosos nombres de Dios están El Único, El Señor de la Majestad, El Digno de Confianza, El Creador, El Otorgante, El Poseedor, El Señor de los Cielos, El Supremo, El Inmemorial y el Originador.
Estos son algunos de los gloriosos nombres de Dios citados en el Corán que yo encontré completamente coherentes con antiguas religiones africanas. Cuando, en la lengua de los Uruba en Nigeria, en el África Occidental, se habla de “Old Maary”, significa “El Único, El Señor de la Majestad, El Eterno y El Digno de Confianza .”
Estas palabras, “El Único, El Señor de la Majestad, El Eterno y El Digno de Confianza” se citan en el Corán como atributos de Dios. “Aris” en uruba significa la única fuente de la existencia, que tiene el mismo significado que Primer Creador, y “Jobi” en timbuca en Malawi quiere decir “El Otorgante” como en el Corán. Cuando dicen “Kajenjo” en Uganda, significa el Señor del Universo, como se llama a Dios en el Corán. “Roshobura fouz” en Burundi significa “El Señor”, como el el verso coránico “Señor del Día del Juicio, eres tú a quien adoramos y pedimos socorro”. Cuando las tribus Lou en Kenya dicen “Nyakalaga” eso significa “El Inmemorial”, “Wak” en Etiopía quiere decir “El Señor del Cielo”, “Sousa” en zala, en Etiopía, significa “El Señor del Universo” y “Laifi” en mindi, en Sierra Leona, quiere decir “El Supremo Creador”. No vamos a dar repaso a los 99 gloriosos nombres de Dios, todos los cuales se encuentran en las religiones africanas. Esto en lo que a idioma respecta.
En lo que a la religión africana respecta, debemos volver a nuestra religión africna. Ahora dicen “Es la religión de la jungla” Así es. También necesitamos una revolución cultural que restablezca nuestros idiomas y estas religiones monoteístas. Sé de lo que estoy hablando; soy creyente y musulmán, y sé que el retorno a las religiones africanas es un retorno a la religión pura y libre de idolatría. Es una vergüenza que nos estén diciendo ahora “Ustedes sólo llegaron a conocer a Dios tras el colonialismo occidental…Fuimos nosotros quienes los introdujimos a Dios, al cristianismo y a la religión.” Bien, habiendo tratado de la lengua y la religión africanas, llegamos a otras cosas que no son comparables moralmente, pero que sin embargo son importantes.
Llegamos ahora al hábitat africano, la choza africana. Ojalá los intelectuales y los arquitectos elaboraran un programa para impedir la desparición de la choza africana. No debe permitirse que muera y se la remplace con cemento, con hormigón y con edificios que son adecuados para Escandinavia, los esquimales, Islandia, Groenlandia y Alaska. No debemos traerlos a África porque no son adecuados para nosotros. Es la choza africana la que es adecuada para el entorno africano, el clima africano y las costumbres africanas. No es cara, puesto que se la construye con materiales locales que se encuentran fácilmente, y la familia construye por sí misma su propia choza. Hemos vivido en chozas durante siglos sin sufrir ningún perjuicio; al contrario, somos muy sanos. La choza es higiénica y no requiere acondicionadores de aire que tenemos que comprarle a Europa, ni el gas que se le inyecta a los acondicionadores. Además, no necesita ventilación artificial alguna porque tiene ventilación natural.
Yo espero que se preserve la choza africana y que se realicen estudios sobre el entorno y el patrimonio, porque ello ayudaría a preservarla. La razón es que he visitado por tierra muchas regiones de África Occidental, Central, Oriental y Meridional. Viajaba en automóvil y veía las chozas, visitaba las aldeas, averiguaba cómo estaban sus habitantes y me sentaba con ellos. Me enteré de que cada miembro de la familia tiene su propia choza; una choza albergaba la cocina, otra la vivienda y había una choza para dar cobijo a los animales en otro lugar. Cuando le dije en broma a un africano “Podríamos darte un automóvil elegante, como un Cadillac, un Mercedes o un Rolls Royce”, me dijo “No necesito un automóvil. Estoy afincado aquí y lo tengo todo.” Entonces le dije “Bueno, ¿y si te construimos una carretera pavimentada?” Él dijo “¿Qué iba a hacer yo con una carretera? Dejen la tierra como está. Tengo árboles frutales, cultivo cereales y tengo algunos animales que viven bajo los árboles. Cuando necesito agua, el río está cerca.” Si le construyéramos una carretera pavimentada, le diéramos un automóvil y le construyéramos una casa de hormigón, probablemente lo destruiríamos, y lo introduciríamos al infierno del hormigón. ¡Por favor, preserven la choza africana!
Espero que esta histórica reunión dé resultados en cuanto al idioma, la religión, la choza y la indumentaria africana. Espero que no remplacemos la indumentaria africana por la europea, porque el clima europeo es distinto del nuestro, sus edificios son diferentes a los nuestros, y nosotros andamos a pie y cabalgamos bestias de carga, mientras que ellos abordan satélites y trenes. Cuando tengamos un astronauta africano, se vestirá como astronauta, pero ahora nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ancianos y nuestros parientes deben insistir en la indumentaria africana, que fue diseñada para adecuarse al medio y a la atmósfera de África. Por favor, no la occidentalicen un día, porque nos deformaremos. Nuestra religión se deformó, nuestro idioma se deformó, nuestro hábitat podría deformarse, y entonces probablemente se deforme nuestra indumentaria, tras lo cual cambiarán nuestra comida, nuestra bebida y nuestra cocina.
Nuestra cocina y nuestra alimentación africanas deben mantenerse como son, y no debemos deslumbrarnos con América o Europa. Acudimos a sus restaurantes allá y los vemos comer cucarachas y ranas y preparar todo tipo de platos que les vienen bien a ellos y no a nosotros. Hay comida en Europa que si la comiéramos en Ásfrica posiblemente moriríamos. Estuve una vez en Gran Bretaña en 1966 aisitiendo a un curso como teniente,y oí a la gente en Inglaterra decirle a us hijos: “No coman cerdo en los meses que no tienen ´r´, que son mayo, junio, julio y agosto”, porque esos cuatro meses son los meses de verano, lo cual significa que el cerdo será nocivo. Si nosotros, en un clima caliente, comemos cerdo, podría hacernos mucho daño, como puede comprobarse clínicamente. La cocina y la comida africanas son adecuadas para nosotros y para nuestro medio. Nuestros animales, cuya carne comemos y cuya leche bebemos, nuestra tierra y las plantas que en ella crecen, son diferentes a los suyos.
Así es que espero que no nos despojen de nuestra indumentaria y de nuestra comida, y que no vengan a nuestra cocina, a nuestros hogares, nuestra religión y nuestro idioma y nos despojen de todos estos componentes de nuestra identidad.
Quisiera que África tuviese un marco de referencia y estabilidad, y he escrito al respecto. Tengo un sitio web, Algathafi Speaks (Al Gadafi habla). La dirección es www.algathafi.org a la que pueden acceder en árabe, inglés, francés y español. Siempre escribo mis pensamientos en ese sitio para el mundo. He escrito sobre autoridad y estabilidad en África y espero que lo lean.
África necesita autoridad y estabilidad. Como ustedes saben, después del colonialismo África atravesó una fase de liberación a manos de grandes líderes como Nkruma, Ben Bella, Nasser, Nyerere, Lumumba, Modibo Keita Kaunda, etc. Esos líderes fueron los padres y fundadores de la Organización de Unidad Africana (OUA). Sin embargo el colonialismo conspiró contra esta clase de líderes y decidió sustituirlos con sus propios lacayos. Efectivamente, Kwame Nkruma fue derrocado, Lumumba fue liquidado, Modibo Keita fue derrocado, hubo sesenta atentados contra Nasser y cuarenta contra Ahmed Sekotoure. No quiero mencionar a cada uno de ellos ya que puede ser algo delicado. De lo que se trata es de que África, bajo estos líderes, tuvo su edad de oro. Ellos fundaron la OUA, pusieron de manifiesto el deseo de liberación e hicieron gala de la determinación de unir al África y de hacerla avanzar, pero el colonialismo conspiró en contra de ellos y los derrocó.
Después de esta etapa, África entró en la fase de golpes de estado militares. Así, los gobernantes de África se convirtieron en personal militar que solamente conocía la ciencia militar, algunos de los cuales eran suboficiales que habían sido ascendidos al rango de oficiales. A veces eran los propios suboficiales quienes montaban el golpe. El liderazgo africano se debilitó porque esta clase no sabe de política, economía, sociedad, tecnocracia, administración y ciencias. Así es que África sufrió la farsa de los golpes militares, y yo mismo fui testigo. Cada estado africano sufrió tres o cuatro golpes y el único resultado que dieron estos golpes fue una sucesión de oficiales y un periodo de inestabilidad. Los golpes son como electrones y en árabe ambas palabras riman, pero no sé en el caso del inglés, del francés o del español.
Vino después la tercera fase, que fue la de pluralismo y elecciones. Esto sólo condujo a más inestabilidad, con cambio de presidente cada cuatro años. Además, algunas constituciones limitan al presidente a dos mandatos. Suponiendo que el presidente sea bueno ¿por qué se ha de frenar la voluntad del pueblo después de dos mandatos? Si el pueblo lo quiere debe dársele la oportunidad. Considero que las constitucioes africanas deben enmendarse de manera que no impongan condiciones a la voluntad del pueblo. Si un pueblo quiere elegir a un presidente una vez, o dos o diez veces, en tonces la constitución debe permitirles hacerlo.
¿Por qué se ha de privar a un pueblo de un presidente eficiente que tiene un programa que quiere llevar a cabo? Sin embargo, no puede hacerlo y se le fuerza a ceder su puesto a otro que podría ser su antítesis e incluso podría abortar su programa original. Las elecciones no nos traen estabilidad ni beneficios, y el pluralismo es una mera formalidad en cumplimiento de las instrucciones del Banco Mundial, la OMC, el FMI, la Unión Europea y los Estados Unidos.
Todos ellos exigen la instauración del pluralismo como condición para la concesión de ayuda y préstamos. La propia América no tiene pluralismo, ni lo tienen Gran Bretaña, España o Italia. Todas están gobernadas por un partido; América está gobernada por un presidente y un partido.
En esencia hay dos partidos, pero son meras plataformas y no verdaderos partidos. ¿Qué pasa entonces en África? En África no conocemos partidos; somos tribus y estamos más cerca del sistema Jamahiry popular y de los congresos populares y los comités populares que nos convienen más que los partidos. Nuestros pueblos no conocen los partidos y ni siquiera conocen las elecciones.
Egipto, por ejemplo, hace mucho que es independiente, y sin embargo cuando se celebraron elecciones en el Alto Egipto a un ciudadano le preguntaron :”¡Por quién está votando?” y respondió: “Sa´ad Zaghloul.” El susodicho Sa´ad Zaghdoul murió en 1920 pero todavía estaba presente en la mente del pueblo. En un país africano cercano distribuyeron fotos de los candidatos para que la gente pudiera identificarlos cuando vieran sus imágenes en la casilla .
La gente se llevó las fotos a casa y allí las colgaron. Cuando les preguntaron por qué no habían votado, dijeron: “Pensamos que teníamos que llevarnos la foto de la persona y colgarla en casa. ¡No sabíamos!” Ni siquiera los referendos son conocidos por nuestra gente; estas cosas no son adecuadas para nosotros.
La verdad del asunto es que nos embarcamos en otra fase de inestabilidad, la fase de elecciones y pluralismo. Una vez que quedó demostrado que era un fracaso, nos embarcamos en otra fase, la de las rebeliones. Un presidente elegido enfrenta una rebelión antes de que termine su período en el cargo, y ahí están los ejemplos para que los veamos. En la Costa de Marfil un presidente elegido está enfrentando una rebelión, y un presidente elegido fue derrocado por una rebelión en Liberia. Lo mismo ocurrió en Guinea Bissau y en Santo Tomé y Príncipe, en donde el presidente fue restituido a su cargo por la CEDEAO; y en el África Central. También hay rebeliones en Sudán, Chad, Burundi, Rwanda y Uganda. De manera que las elecciones no han resuelto el problema. Necesitamos estabilidad, la cual requiere continuidad en el liderazgo político.
El poder debe estar controlado por el pueblo a través de los congresos populares y los comités populares. Son las masas y los congresos y comités populares los que son estables. Sin embargo, debe haber una autoridad, necesaria cuando hay mal funcionamiento como efectivamente ocurrió en Sierra Leona, Liberia, África Central y Burundi. En algunos países del mundo, como ustedes saben, hay un rey o una reina que no es parte de la rama ejecutiva o legislativa del gobierno, pero que es una autoridad de reserva que hace las veces de árbitro cuando esas ramas están en desacuerdo.
Ese tipo de autoridad es un imperativo, y si no la encarnan personas tales como reyes o presidentes permanentes, como era el caso en África en la fase inicial después de la independencia, debe haber una autoridad jurídica, que en África es discutible. Los países europeos y otros países del mundo cuentan con una autoridad, real o presidencial, que no tiene relación con las ramas ejecutiva, legislativa y judicial del gobierno.
Pero está disponible para que se le pueda pedir su opinión. En los países que no son monarquías, existe una autoridad jurídica, tal como un tribunal supremo o una corte constitucional, cuyas decisiones son vinculantes. Nosotros, sin embargo, no tenemos tales tribunales y no podemos crear un tribunal imparcial y estable cuyas decisiones sean vinculantes; un gobierno establecería un tribunal que le debiera lealtad. Por lo tanto debe haber una autoridad.
Además, debemos contar con un vínculo entre la patria africana y los estados de su diáspora. Debe haber una política exterior conjunta, una economía conjunta y una defensa conjunta, lo cual en última instancia podría conducir a una posición negociadora conjunta.
El presidente Abdula Wad les contó el otro día que cuando las compañías extranjeras vinieron a intentar la exploración petrolífera en Senegal, dijeron:”Exploraremos en busca de petróleo siempre que la compañía obtenga el 85% y Senegal obtenga el 10% o el 15%” Así que él les dijo: “No, si es así, que el petróleo se quede bajo tierra para la posteridad, la cual se encontrará en mejor posición de negociar a la inversa, de manera que Senegal obtenga el 80% y la compañía el 15% o 20%” Esta es una postura sólida y correcta.
Esa había sido la situación en Libia antes de la revolución, y después se invirtió. Pero el problema es que ningún estado africano por separado tiene una posición negociadora fuerte. ¿Cuál es el poder de Libia, Senegal, Gambia, Malawi o Burundi, por ejemplo, ante el coloso americano, el coloso europeo, Japón, China, España, la Comunidad de Estados Independientes que fueron parte de la antigua Unión Soviética, o los estados de la costa del Pacífico?
¿Cuál es nuestro poder de negociación ante esos gigantes? No tendremos posibilidades excepto mediante una fuerte posición negociadora, la cual sólo se puede dar si África tiene un ministro de relaciones exteriores, y un ministro de comercio exterior. Esto uniría incluso las aduanas de manera que se gravara un producto con el mismo arancel tanto si entrara en Sudáfrica como si lo hiciera en Libia.
Cuando hay un solo ministro de relaciones exteriores a uno lo pueden contactar en el extranjero mediante un solo canal. También es necesaria una sola defensa africana. Todo esto está conectado entre sí: la economía, el comercio exterior, la política exterior y la defensa. Espero que esta conferencia adopte medidas de apoyo a estas ideas, y que constantemente ejerzan ustedes presión en los gobiernos de los estados miembros de la Unión Africana hasta que instituyan un solo ministerio africano de relaciones exteriores, un solo ministerio africano de comercio exterior, y una sola defensa africana.
Naturalmente, cuando se creó la Unión Africana yo propuse la creación de un congreso africano. Se trataba en realidad de una extensión del Congreso Nacional Africano. Era éste el nombre de la organización creada en la mayoría de estados africanos durante la etapa de la liberación, y bajo esta rúbrica muchos países africanos alcanzaron la liberación. De estos nombres históricos tomé yo el de congreso africano, para que fuera como el congreso americano. Tendría el poder de promulgar leyes, de manera que el poder revirtiera a la nación africana, al pueblo africano, al ciudadano africano corriente miembro del congreso. Desafortunadamente crearon un parlamento africano consultivo, sin ningún poder. Espero que se convierta en un verdadero Congreso Africano. ¿Por qué habríamos de temer la autoridad del Congreso Africano?
Ustedes los que están en la diáspora podrían tener buenas posibilidades. Uno o varios de ustedes quizás ocupen importantes cargos en Estados Unidos, América Latina, Centroamérica o Europa. Sin embargo, veo que cuando una persona de raza negra llega a un puesto importante, no responde a nuestras expectativas y exagera su adopción de la cultura europea o de la americana, hasta el punto de que se vuelve más yanqui que los propios yanquis. Dicho de otra manera, se vuelve más papista que el papa. ¿Por qué hemos de congraciarnos con ellos? Tenemos ante nosotros el ejemplo de los judíos en América, muy leales al estado que fundaron unilateralmente en 1948, al que llaman Israel, y aprovechan todos los recursos del estado para apoyar a ese estadito.
Sin embargo, eso no los lleva a renunciar a su ciudadanía americana o su lealtad hacia América, o a recurrir a terrorismo, violencia, fuerza o secesión. Exageran su patriotismo americano, pero sólo lo utilizan para promover los intereses de lo que ellos consideran la patria o su tierra prometida. ¿Por qué cuando un hombre de raza negra ocupa un puesto importante en los Estados Unidos o en Europa no utiliza su ciudadanía de ese país para promover los intereses de su patria, África?
Esto hay que revelarlo, y no debemos guardar silencio en cuanto a la verdad, sino discutirla incluso en América. Todos nos hacemos americanos cuando nos vamos a América. No hay una única raza o nacionalidad americana. Los americanos son los africanos, los indios, los chinos, los europeos y todo aquel que va a América y se hace americano.
La tierra llamada América es la tierra de los pielesrojas, quienes no son ni yanquis ni blancos. Los pielesrojas llegaron de Asia y África, emigraron allí y por error se los llamó indios. Ellos son los habitantes autóctonos y son los dueños de la tierra. En cuanto a los otros, no tienen derecho a monopolizar el poder o la riqueza o a monopolizar América para sí excluyendo a los demás.
En América todos somos iguales, negros, blancos, amarillos y gente de color. Améica nos pertenece a todos, porque todos los pueblos hicieron América. De ahí que no me avergüence reclamar mi derecho a América, y cuando alzo la voz en América no soy un extraño. Me refiero a ustedes, independientemente de las circunstancias que los hayan llevado a América.
Ahora eres un ciudadano americano, entonces ¿por qué la timidez, y por qué adulas a los blancos para mantener tu puesto y granjearte su aprobación? Cuando estás descontento constituyes una amenaza para ellos, porque puedes clamar por la secesión y querer vengarte porque te sacaron de la patria como a un animal y te transportaron en barcos como esclavo.
Te transportaron a través del océano para secar sus pantanos y construir sus ferrocarriles. Son ellos los que deberían congraciarse con nosotros, porque fueron ellos los que cometieron horrores contra nuestros antepasados, y pensaron que permaneceríamos en silencio y contentos de ser americanos, y que nos habíamos olvidado de la esclavitud y de la época en que tiraban a nuestros ancestros al océano cuando estaban enfermos o se rebelaban. ¡No hemos olvidado nada de eso!
Me quedan todavía unos pocos comentarios breves. Hago un llamado a los intelectuales africanos para que en esta oportunidad obtengan el Libro Verde. Deben estudiarlo bien y pedir que se aplique en África para que podamos salvar los escollos al intentar construir una nueva África. Debemos hacerlo sin imitaciones ciegas, ya que nuestro medio no es adecuado para importaciones sociales, económicas y políticas. Espero que lean ustedes el Libro Verde y volvamos al poder popular.
Hermanos presidentes Wad y Konari, espero que, como resultado de esta conferencia, se preste asistencia a nuestros hermanos africanos en la diáspora para ayudarles a formar una asociación o una organización con la que podamos entrar en contacto para no permanecer como individuos dispersos en la diáspora. Los judíos en todas partes, como hemos dicho, aunque leales a sus países de la diáspora, los utilizan para servir a la que ellos consideran su madre patria. Nosotros los africanos debemos ser así. Nosotros los negros debemos lealtad a los países en los que nos encontramos, pero debemos usar esa lealtad en beneficio de nuestro continente y de la madre patria.
Espero lancen ustedes un firme llamado en pro de la pronta creación de los Estados Unidos de África. No debemos, pues, decir que los estados africanos son demasiado numerosos y difíciles de unir. Por el contrario, nuestro tamaño equivale al tamaño de un estado. Además, somos una nación, un color, una raza y formamos un idioma. Tenemos una religión y una identidad, y no aceptamos algo llamado etnia racial. No hay razas en África, sino una única raza africana. Incluso aquellos que vinieron de algún otro lugar y se asentaron en África, al fin y al cabo se convirtieron en africanos.
Hasta los árabes que vinieron al norte de África son ahora africanos a pesar suyo. Algunos árabes, llegados hace 5000 años, que son los bereberes árabes, y los árabes que llegaron después del Islam, hace 1000 años, más adelante se volvieron negros y son africanos, como los pueblos que llegaron antes de ellos. Muchos pueblos vinieron a África y ahora no saben que son de origen árabe. Son indios e indonesios, que ahora no dicen:”Somos indios o indonesios”, sino que dicen “Somos africanos.” Ustedes deben promover la lengua africana única, el ministerio africano de relaciones exteriores único, y ayudar a acelerar la creación de los Estados Unidos de África.
Es más, existe la fuga de cerebros. Enviamos a nuestros hijos a aprender pero nunca regresan. En esos países y no en África, encuentran las fábricas y la tecnología que aprendieron. Esta es una gran pérdida, que significa que enseñamos a nuestros hijos desde el jardín infantil hasta la universidad a beneficio de los estados coloniales. Una vez que se gradúan, se van al extranjero para seguir estudios superiores y se quedan allí, y nosotros perdemos. Este es un dilema sobre el que debemos reflexionar, y ustedes deben conectarse con aquellos que perdemos, para que se unan a la diáspora africana. Ustedes deben ser sus mentores para que los conocimientos que ellos hayan adquirido se pongan al servicio del continente africano y de su patria que les dio educación hasta que se graduaron.
Vemos países como Australia y algunos países de las Américas, en donde los africanos son los indígenas, pero los blancos controlan esos países como si ellos fueran la población autóctona. No se puede permitir que esa situación continúe. ¿Cómo podemos estar presentes en las islas alrededor de África, en muchos países de una extensa diáspora, y continuar como extranjeros en los Estados Unidos, Australia, Gran Bretaña, las Canarias, las Malvinas y Reunión? Esos son nuestros países, en donde somos los habitantes indígenas que llegamos a esos países y los encontramos vacíos, y nos asentamos allí, y ellos llegaron después de nosotros.
Quiero recordar nuestras glorias, nuestra historia y nuestra civilización para que estemos equipados para afrontar los retos y para que tengamos confianza en nosotros mismos. No somos esclavos, y conocíamos a Dios antes de que ellos lo conocieran. Teníamos civilizaciones anteriores a las suyas. Recordemos el imperio Yoruba, el del Congo, el de Dahomey, el de Mali, y los reinos de los Ashanti, los Savana y los Kinara. Ellos demuestran que somos una nación civilizada, pueblos civilizados.
Saludo a la concurrencia y me siento orgulloso de ustedes. Les tiendo la mano y quisiera decirles que su hermana, Libia, está a sus órdenes y es su país. Saludo a mi hermano el presidente Abdula Wad, líder intelectual y dinámico, y al profesor Konari, quien valora a los intelectuales. Ambos patrocinaron estas actividades, mientras que nosotros simplemente les ayudamos.
Tengo un comentario final. Una vez les pedí a los países africanos que me informaran sobre la patria de Gabriel, que fue ejecutado en 1800 por dirigir una revolución genuina en América contra la esclavitud. Planeó la revolución y atacó la ciudad de Richmond junto con miles de esclavos, con el objetivo de fundar un estado independiente para los negors, pero fue detenido y ejecutado. Yo estaba intentando encontrar su patria para que pudiéramos construirle un monumento con motivo del bicentenario de su ejecución , y hasta ahora no he recibido respuesta. Espero que ustedes investiguen esto y den con la respuesta para que le podamos erigir un monumento en su patria, África.
Os saludo. La paz esté con vosotros. ¡Viva África! ¡Vivan los Estados Unidos de África!
¡La lucha continúa!